Cómo podemos reciclar el PET

¿Qué es el PET?
El PET (tereftalato de polietileno) es un tipo de plástico transparente, ligero, fuerte, seguro, irrompible y reciclable. Gracias a estas características, los usos que se pueden dar al PET son muchos y muy distintos.
Además, el PET se puede almacenar, transportar y tratar de manera sencilla, por lo que se adapta fácilmente a una sociedad en continua transformación. También se puede utilizar para crear objetos que estén muy al día en diseño. Por estos motivos, este material ha ido sustituyendo progresivamente al vidrio.
¿Se puede reciclar el PET? Si, y no sólo eso, sino que este tipo de plástico, además de ser uno de los más utilizados, es el que más se recicla en el mundo. Las características del PET permiten reciclarlo múltiples veces, pero solo puede utilizarse como material para almacenar alimentos la primera vez. Después, se utiliza para crear diferentes productos de PET reciclado como fibras textiles, correas y botellas o envases para usos no alimentarios (detergentes, productos de limpieza, etc.). Todo esto es posible gracias a la existencia y el buen funcionamiento de maquinaria necesaria para reciclar PET.
¿Dónde se recicla el PET?
El primer paso para reciclar el PET es identificarlo como tal para poder procesarlo adecuadamente. En el fondo de los envases hechos de este plástico se leen las siglas PET o PETE (correspondientes a polietileno tereftalato, en inglés), dentro de un triángulo formado por flechas. Los símbolos del reciclaje son claves a la hora de gestionar los distintos residuos.
Ante todo saber que el PET debe ir en el contenedor amarillo. Después de la identificación llega el momento de tratar el PET para reciclarlo. Esto se puede hacer de manera mecánica o química.
El proceso mecánico, -que es el más utilizado-, consiste en trocear el plástico para después reutilizarlo. A estos trocitos de plástico se les llama granza. En función del uso que se le vaya a dar se podrá mezclar con otros elementos.
El método químico puede incluir la extracción de gases, aplicación de calor o de sustancias químicas. No obstante, queda mucho por avanzar en este tipo de técnicas para mejorar los resultados.
Beneficios de reciclar y reutilizar PET
La reutilización de los envases hechos de PET es una alternativa muy útil. Antes de desecharlos y olvidarnos de ellos, existe la posibilidad de darles una nueva vida. Las posibilidades son infinitas, ¡deja volar tu imaginación!
Botellas, envases, tapones… Todo lo que esté hecho de PET puede acabar convertido en un nuevo objeto con una función totalmente diferente. Los tapones, por ejemplo, podemos transformarlos en portavelas o pastilleros; las botellas o envases, en jarrones; macetas o portalápices…
La reutilización de envases es, además, una actividad ideal para hacer junto a los más pequeños de la casa: el único límite es la imaginación. Las manualidades con botellas de plástico pueden ir desde fantasmas y arañas, sopladores de burbujas, figuras de minions, botellas decoradas, escobas ¡e incluso papeleras!
Las alternativas son muchas y muy diferentes, pero el objetivo es uno: reducir el impacto sobre el medioambiente. Reciclar y reutilizar el PET reduce el uso de materias primas, de energía para la fabricación de nuevos materiales y alarga la vida útil del plástico. Así que, ¡recicla tus envases y ayuda a cuidar el medioambiente!
Fuente:
https://www.ecoologic.com/reciclaje-de-pet