¿Qué son los productos sostenibles?

productos sostenibles

Los productos sostenibles son aquellos que han sido fabricados respetando el medioambiente, teniendo en cuenta el cambio climático, a través de procesos limpios no contaminantes, aprovechando al máximo la energía empleada y respetando los derechos de las personas que han formado parte de su producción. 

Fabricar siendo respetuosos con el medioambiente implica seguir estas tres directrices. En primer lugar, cuando decimos ‘a través de procesos limpios no contaminantes’ nos referimos a que durante la producción sostenible de estos productos los niveles de contaminación en las fábricas sean lo más bajos posibles. También es importante utilizar materiales reciclados o biodegradables para garantizar que los productos podrán tener una nueva vida. 

En segundo lugar, los productos sostenibles son fabricados optimizando la energía empleada o usando energías renovables. Esto quiere decir que no se malgastan recursos durante su fabricación ni transporte. Cada recurso es aprovechado al máximo para fabricar la mayor cantidad de unidades producidas con ese material. De igual manera ocurre con el transporte, es de vital importancia que los bienes producidos sean transportados con la mayor eficiencia y así contaminar lo menos posible por unidad de producto. 

El último requisito para que un producto sea sostenible es respetar los derechos de las personas que han formado parte de su producción. Para cumplirlo debemos tener en cuenta cómo se ha elaborado. Si tenemos un bien no contaminante, fabricado optimizando la energía utilizada, pero en condiciones de explotación laboral, no estaríamos ante un producto sostenible. 

Ventajas de consumir productos sostenibles 

Según va aumentando el nivel de conciencia social y entendemos mejor la repercusión de nuestras acciones, se incrementa también la demanda de productos sostenibles. 

Ahora que tenemos claro que son los productos sostenibles, vamos a analizar algunas de las ventajas que supone el consumo de los mismos: 

  • Ayudamos a evitar la contaminación por producción masiva, impulsando la generación de recursos a partir de procesos sostenibles y limpios. 
  • Al tener en cuenta el medioambiente en los procesos de producción, cuidamos y mantenemos el entorno y, por consiguiente, el planeta. 
  • Impulsamos la reducción de desigualdades mirando por los derechos de los que dispone cualquier productor o trabajador. 
  • Otra ventaja es que se optimizan los recursos y la energía empleados para producirlos. De esta manera ayudamos a reducir el consumo abusivo de materias primas en los sistemas productivos. 

Desarrollo de la producción sostenible 

Las últimas tendencias reflejan tres aspectos claves en el desarrollo de la producción sostenible. 

En primer lugar, se está dando una mayor importancia a la transparencia en los objetivos de emisiones de carbono y las inversiones en el mercado de emisiones. Esto es posible gracias a un mayor control de los proyectos y una mejor regulación. 

La producción en el sector de la manufacturación está cada vez más enfocada a la sostenibilidad y se perciben cambios como la instalación de sistemas de producción bajos en carbono, que mejoran la eficiencia de las cadenas de suministro y automatización. 

Tecnologías como el blockchain y la economía circular, siguen cobrando importancia y podemos afirmar que las prácticas sostenibles se aplican de forma mucho más integral, teniendo en cuenta factores económicos, sociales, ambientales y políticos. 

Con esto se consigue un mejor entendimiento del entorno y del medioambiente en general, promoviendo su protección y uso racional, y fomentando un crecimiento compatible con el respeto al planeta. 

Nuevas normativas europeas 

El 30 de marzo de 2022, la Comisión Europea adoptó un conjunto de medidas para establecer los productos sostenibles como estándar en la UE, un paso crucial para alcanzar los objetivos del Pacto Verde Europeo y la estrategia de crecimiento sostenible de Europa. 

Estas medidas buscan reducir el agotamiento de recursos, la contaminación y la dependencia de Europa de recursos externos, enfocándose en el impacto medioambiental de los productos a lo largo de su ciclo de vida. 

La iniciativa promueve la ampliación de la vida útil de productos clave como electrónica, muebles y textiles, contribuyendo así a una economía de la UE más resiliente, circular y eficiente en el uso de recursos, con el objetivo de duplicar la tasa de circularidad y mejorar la eficiencia energética para 2030. 

Algunos de los objetivos son: 

  • Conseguir que una gran parte de los productos del mercado europeo tengan como meta ser más eficientes, duraderos, reciclables y reparables. 
  • Lograr que los consumidores tengan mejor acceso a información que les lleve a tomar decisiones más sostenibles, manteniéndolos protegidos de prácticas perjudiciales. 
  • Asegurarse de que las empresas tengan la capacidad de obtener la información necesaria para asegurar la sostenibilidad ambiental y la circularidad en sus productos y modelos de negocio. 

¿Cómo favorecer la producción sostenible? 

Para favorecer la producción sostenible vamos a centrarnos en dos prácticas muy ventajosas, el comercio justo y el comercio de proximidad. 

El comercio justo es una forma de mercado que implica una relación equitativa entre fabricantes y consumidores. En definitiva, se trata de pagar un precio acorde al trabajo realizado para la fabricación de un bien o servicio sin devaluar el esfuerzo de producirlo. De esta forma evitaremos la desvalorización de la actividad de sus fabricantes. 

Por su parte, el comercio de proximidad favorece de otra manera el consumo de productos sostenibles. Es preferible comprar la fruta al frutero de nuestro barrio que sabemos que será saludable que comprar frutas que han recorrido miles de kilómetros hasta llegar al punto de venta. De esta forma se favorece al pequeño comerciante y evitamos gastos innecesarios de energía y contaminación durante el transporte de ciertos productos. 

Consumir productos sostenibles es una elección que nos permite ser más respetuosos con el medioambiente. Nos trae consigo una serie de ventajas como las que hemos analizado y, por último, nos ayuda a promover un comercio justo y de proximidad y un mejor aprovechamiento del ciclo de vida de los productos. 

Los 5 mejores productos sostenibles 

La mejor manera de contribuir a la sostenibilidad es tomar acción y participar activamente en la medida en que podamos. 

Una forma de hacerlo es integrando productos sostenibles en nuestro día a día. En el mercado disponemos de multitud de artículos que nos permiten empezar a formar parte del cambio. Estos son algunas opciones: 

  • Bolsas de la compra reutilizables. Como ya hemos comentado en varios posts, las bolsas de plástico pueden ser muy perjudiciales para el medioambiente. Podemos optar por bolsas de algodón orgánico para realizar la compra diaria o bolsas de silicona para guardar alimentos de forma segura y práctica. 
  • Gel de ducha y champú sólido. Este tipo de productos no necesita usar un envase de gran tamaño y normalmente suelen venir con un packaging de cartón y ser productos respetuosos con el medioambiente. Las marcas que comercializan este tipo de jabones suelen evitar el uso de ingredientes perjudiciales. 
  • Termo de agua. Las tradicionales botellas de agua de plástico de usar y tirar generan una gran cantidad de residuos cada día. Una buena alternativa son los termos. Los encontramos fabricados en materiales metálicos y con ellos evitaremos los BPA manteniendo nuestras bebidas a una temperatura perfecta, tanto en invierno como en verano. 
  • Cepillos de dientes de bambú. Es un producto de uso diario que, a lo largo de los años, puede tener un impacto significativo. Se calcula que utilizamos más de 300 cepillos a lo largo de nuestra vida. Los cepillos de bambú o de madera ecológica, son un recambio ideal a los cepillos de dientes tradicionales y contaminantes.
  • Pajitas reutilizables. Este producto se encuentra entre los más contaminantes, ya que actualmente supone el 4% de todos los residuos plásticos. Por desgracia muchas pajitas desechables terminan en el mar, siendo un grave problema para la fauna marina. Aunque existen de diferentes tipos, las de acero inoxidable sin duda, son una gran opción, ya que además de respetuosas con el medio, son resistentes y duraderas. 

Por supuesto, si actualmente tienes productos que no son sostenibles, es mejor que primero los uses antes de deshacerte de ellos y adquirir otros nuevos. Termina de usar tu cepillo de dientes o tu champú, pero teniendo en mente, que en la siguiente compra tus decisiones pueden marcar la diferencia. 

Recuerda que hay muchos más productos sostenibles a tu disposición, como pueden ser productos de limpieza ecológicos, cosmética natural, cápsulas de café recargables, etc. La idea es ir incorporando poco a poco este tipo de artículos en nuestras vidas. 

Para lograr la consolidación de estos productos, es fundamental reducir la dependencia de los combustibles fósiles, acelerando la transición hacia las energías renovables. 

Fomentar prácticas agrícolas sostenibles, poniendo foco en la gestión del agua y los residuos y reduciendo el uso de fertilizantes, es también clave en la lucha por un futuro más verde. 

Y por supuesto, no hay que olvidar la importancia de la concienciación y educación ciudadana para lograr un cambio de comportamientos tanto en productores como consumidores y conseguir la consolidación de la economía circular. 

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