¿Qué son las empresas verdes?

Ser una empresa verde se basa en respetar el medioambiente a través de una gestión tan eficaz como sostenible. Esa gestión debe evitar afectar al entorno que rodea a la empresa, teniendo siempre en mente el desarrollo del negocio y manteniendo los estándares legales. 

Las condiciones que deben reunir este tipo de compañías se reflejaron en la norma ISO 14000 y la norma ISO 50000. Las empresas que, de manera voluntaria, quieran convertirse en empresas verdes, respetuosas con el planeta y menos contaminantes, tendrán que respetar todo lo establecido en esta normativa. 

Existen dos causas principales por las que se ha agudizado la preocupación por el medioambiente de manera generalizada: 

• Por ideales internos y convicción de la compañía
• Por presiones sociales o legislativas 

La responsabilidad social de las empresas 

Ser una empresa verde no significa dedicarse al sector del medioambiente. Todas las compañías, sin excepción, pueden convertirse en un negocio sostenible, que reduce su emisión de gases de efecto invernadero, cuida los recursos naturales y se preocupa por el entorno. Teniendo en cuenta todos los factores que afectan a un desarrollo sostenible, todas las compañías podrían optimizar su actividad y convertirse en socialmente responsables. 

Ser una empresa verde tiene numerosas ventajas: 

• Optimizar recursos
• Reducir la contaminación y los impactos ambientales 
• Un producto más competitivo
• Reducir costes
• Un valor agregado socio-ambiental 

Además, este tipo de empresas tienen un impacto positivo en el medioambiente, al tiempo que el entorno de trabajo se transforma: 

• Mejora de las condiciones de vida dentro y fuera de la compañía
• Mayor nivel de ingresos 
• Combaten el cambio climático
• Reducen la contaminación 
• Eficientes gracias a su filosofía

Cómo ser una empresa verde 

Ser una empresa verde no es solo respetar una normativa y ceñirse a ciertos comportamientos. Existen gestos que también suman y forman parte del proceso de transformación hacia un negocio socialmente responsable: 

• Reciclar y separar los residuos que se produzcan
• Apagar la luz cuando no haya nadie 
• Utilizar bombillas de bajo consumo 
• No utilizar más que el agua necesaria 
• Imprimir menos documentos 
• Reducir el consumo de energía a través del cuidado de todo tipo de electrodomésticos o aparatos que realicen un gran gasto 
• Utilizar materiales reciclados, reciclables y biodegradables 
• Realizar todo tipo de transporte en vehículos eléctricos 
• Utilizar sistemas de recogida de agua de lluvia y reciclado total de agua para los procesos en los que se pueda utilizar 
• Emplear la energía solar 
• Ofrecer transporte a los empleados para evitar los desplazamientos en coches con una sola persona 
• Promover medios de transporte alternativos (bici, patinete) 
• Instalar zonas verdes 

Importancia de las empresas verdes en la actualidad 

Las empresas verdes tienen una doble función en su responsabilidad para proteger el medioambiente. Son actores principales en la construcción de una economía más justa y resiliente y además, se convierten en agentes de cambio positivo en la sociedad, impulsando un desarrollo sostenible que beneficia a todos. 

Las empresas verdes actúan como motores de innovación en tecnologías y soluciones sostenibles, creando nuevas oportunidades de negocio y generando empleos en sectores emergentes. También contribuyen a reducir la desigualdad social a través de prácticas justas e inclusivas en su cadena de valor, como puede ser la selección de proveedores o la gestión de sus empleados. 

Su compromiso con el medio ambiente se traduce en beneficios económicos, sociales y ambientales, mejorando la calidad de vida y generando un futuro más sostenible para las generaciones venideras. 

Beneficios de ser una empresa verde 

Ser una empresa verde, genera una serie de beneficios intangibles que las posiciona favorablemente en el mercado actual, fortaleciendo su marca y su competitividad. 

Otro beneficio importante es la mejora de la imagen y reputación. Las empresas verdes son vistas como empresas responsables y comprometidas con el futuro, además de tener valores éticos fuertes. Con todo esto, consiguen mejorar su imagen y reputación ante sus stakeholders, como clientes, inversores, empleados, proveedores y la sociedad en general. A través de este posicionamiento, la empresa genera confianza y lealtad hacia su marca, pudiendo atraer a nuevos clientes y socios comerciales, además de aportar valor a los actuales. 

Debido a que los consumidores son cada vez más conscientes del impacto ambiental y social de sus decisiones de compra, buscan productos y servicios que sean sostenibles y responsables. Las empresas verdes tienen una ventaja competitiva en este mercado, ya que los consumidores confían en su compromiso con la ética y el bienestar del planeta. 

Estrategias para convertirse en una empresa verde 

Aquellas empresas que quieran convertirse en empresas verdes pueden implementar una serie de acciones prácticas para avanzar hacia un modelo de negocio más sostenible en diferentes áreas clave. 

Un punto crítico para poder ser una empresa verde es la reducción del consumo de recursos. Entre estos recursos, algunos de los más importantes son: Implementar medidas de ahorro de agua. Utilizar fuentes de energía renovable como la energía solar o eólica, mejora la eficiencia energética de las instalaciones. En el supuesto de que se utilicen materiales para la fabricación, que estos sean materiales reciclados, biodegradables o de origen responsable. 

La implementación de las 3R (Reducir, Reutilizar y Reciclar) en todos los procesos de la empresa, es otro punto que ayuda en minimizar el número de recursos y su correcta separación y reciclaje. 

El fomento del uso del transporte público, como la bicicleta o compartir el coche entre los empleados, es otra manera. También se pueden incorporar vehículos eléctricos o híbridos a la flota de la empresa y tratar de optimizar las rutas de transporte al máximo, para reducir las emisiones de carbono. 

Algunos otros puntos en los que se puede tomar acción son: 

• Seleccionar proveedores que compartan los valores de sostenibilidad de la empresa.
• Exigir a los proveedores prácticas ambientales y sociales responsables. 
• Promocionar la cultura de sostenibilidad, implementando programas de formación y concienciación sobre la sostenibilidad para los empleados. 
• Involucrar a los empleados en la toma de decisiones relacionadas con la sostenibilidad. 

Ejemplos de éxito en la transición hacia la sostenibilidad 

Hoy en día encontramos una amplia gama de empresas que se han convertido en referentes en materia de sostenibilidad. Habitualmente estas empresas verdes se caracterizan por llevar a cabo un cumplimiento de las normas ambientales, en muchas ocasiones yendo más allá de las obligaciones estándar, integrando la sostenibilidad en su ADN y aplicando esta mentalidad a todas las áreas de negocio. 

Las empresas verdes no solo se enfocan en minimizar su impacto ambiental, también es parte de su compromiso el bienestar social y la economía. Lo implementan a través de prácticas responsables en su cadena de suministro, fomentando la inclusión y la diversidad en sus plantillas, y desarrollando productos y servicios que sean accesibles y beneficiosos para todos. 

Estas empresas también son transparentes en sus acciones y se suelen comprometer a rendir cuentas de sus acciones, este es punto diferenciador de aquellas empresas que únicamente hacen greenwashing. Publican de manera regular informes de sostenibilidad que detallan sus avances y problemas, además se someten a auditorías y certificaciones independientes que avalen su compromiso con la sostenibilidad. 

Desafíos y oportunidades futuras 

Es de vital importancia que la empresa esté realmente comprometida con su misión y trabaje para ser una empresa verde de verdad. Algunas empresas se alejan de este cometido y se limitan a realizar greenwashing, qué es aparentar que es una empresa verde, limitándose a realizar algunas acciones o engañar mediante publicidad sostenible, sin ser realmente una empresa verde ni trabajar activamente para serlo. 

Uno de los desafíos de las empresas verdes es el acceso a la financiación. Las empresas verdes pueden tener dificultades para acceder a financiación, especialmente en las primeras etapas de desarrollo. En este punto, la creación de mecanismos financieros que faciliten el acceso al capital para estas empresas, como fondos de inversión específicos, préstamos verdes y subvenciones, es de gran ayuda. 

Por otro lado, existe también una necesidad de formación y capacitación para que las empresas puedan implementar estrategias de sostenibilidad de manera efectiva. Programas educativos, talleres y cursos especializados pueden ayudar a las empresas a desarrollar las habilidades y conocimientos necesarios para hacer la transición hacia un modelo de negocio más sostenible. Esto, sumado a unas regulaciones, muchas veces con barreras regulatorias y sin incentivos fiscales suficientes que promuevan la sostenibilidad, provoca que las empresas verdes se encuentren con dificultades en su camino. 

Aunque también, las empresas verdes están bien posicionadas para aprovechar las oportunidades que ofrece la transición hacia una economía más sostenible. 

Es de esperar que el mercado de productos y servicios verdes continúe creciendo en los próximos años, esto representa una gran oportunidad para las empresas que ya han implementado estrategias de sostenibilidad. 

Si las empresas verdes logran ser líderes en la innovación de tecnologías y soluciones sostenibles, obtendrán una ventaja competitiva en el mercado, sumado a una mejora en su reputación de marca. 

Impulso hacia un futuro sostenible 

Si nos fijamos en las cifras, hay que destacar que el número de empresas que se suman al movimiento por la sostenibilidad está creciendo constantemente. Cada vez más compañías son conscientes de la importancia de integrar la sostenibilidad en su estrategia, y están tomando medidas para reducir su impacto ambiental. 

A través de su compromiso con el medio ambiente, la sociedad y la economía, las empresas verdes están creando un mundo mejor para las generaciones venideras. El desarrollo y crecimiento de las empresas verdes es fundamental para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y para la creación de una economía más justa e inclusiva.