La mejor manera de reciclar una pala de pádel
Es una pena cuando tu pala de pádel, esa que te ha acompañado en tantos partidos y momentos de ocio, se rompe finalmente y no da para jugar ni uno más. Ahí empieza el dilema, ¿qué hacemos con ella? Seguramente piensas que es mucho más cómodo tirarla a la basura y dejar el hueco libre para la próxima, pero ¿dónde deberíamos desecharla? Empecemos conociendo los materiales de los que está compuesta para tomar una mejor decisión.
Los materiales de una pala de padel
Si comenzamos analizando el marco de la pala veremos que está hecho de carbono o de fibra de vidrio, un material muy ligero, pero a la vez muy resistente, que hace que la pala no pese. El centro de la pala, justo donde golpea la bola puede estar hecho de dos maneras, de goma EVA o de foam.
La goma EVA le da una terminación más dura a la pala y la principal característica que tiene es que absorbe mejor los impactos. Por otro lado, el foam le da un efecto muelle a la bola, aunque pierde potencia en golpes más fuertes.
Además, la pala se compone de otros materiales como grafito, titanio, kevlar (tela que se añade como refuerzo por el marco), composite (resina para fortalecer la pala) y epoxy (resina que se aplica en todas las fibras).
Este conjunto de diferentes elementos unidos en una sola pala hace que su reciclaje no sea simple, por eso cuando queremos desechar una, debemos llevarla al punto limpio.
¿Por qué al punto limpio?
En el punto limpio se debe tirar todo lo que no va a los contenedores de resto, orgánico, envases, vidrio o papel. Hay que tener en cuenta que hay otros tipos de materiales de los que nos deshacemos y son más difíciles de reciclar, como por ejemplo: muebles, móviles, electrodomésticos, espejos, productos químicos… La pala de padel estaría en este grupo de objetos por su gran variedad de componentes.
Es muy importante saber dónde se debe tirar cada objeto para poder darles una segunda vida y fomentar la economía circular.
Fuente:
Diferencias entre palas con FOAM o goma EVA