Hace tiempo que los envases no solo nos muestran el código de barras, fecha de envasado o características sobre el producto adheridas al envase, sino que también son unos indicadores de la calidad y seguridad.
Con el avance tecnológico, las técnicas de reciclaje de poliamida están evolucionando, permitiendo una reutilización más eficiente y sostenible del material.
El aumento constante en la generación de residuos de envases, nos invita a replantear las prácticas que llevamos a cabo, y tomar medidas significativas y urgentes para minimizar nuestra huella.
La gestión de residuos sólidos urbanos (RSU) es actualmente un desafío para la mayoría de las ciudades modernas. No solo se trata de mantener nuestras calles y espacios limpios, sino también de cómo podemos transformar lo que una vez fue residuo, en un recurso valioso.
El polvo de plástico reciclado se origina a partir de plásticos postconsumo y postindustriales. Estos plásticos se someten a un proceso de trituración y molienda, que da como resultado un polvo fino que puede ser utilizado en diversas aplicaciones.
El crecimiento urbano, que ha seguido acrecentándose en las últimas décadas, es uno de los agentes principales del cambio climático, y, por tanto, la lucha por un futuro sostenible también tiene que empezar en las ciudades.
Cuando hablamos de gestión de residuos, hacemos referencia a todos aquellos procesos por los que pasan los desechos, desde que son generados en industrias y hogares, hasta que son tratados para su eliminación o posterior reaprovechamiento.
Hablar de las papeleras y contenedores es hacerlo también de los técnicos que se encargan de mantenerlas y aquellos que también realizan todo tipo de recogidas para que podamos gozar de una ciudad salubre y comprometida con el reciclaje de todo tipo de residuo.