Las lámparas fluorescentes o tubos fluorescentes son utilizadas en un montón de lugares: garajes, cocinas, algunos baños… Son tubos de vidrio que llevan electrodos en sus extremos. En su interior llevan pequeñas cantidades de argón y también vapor de mercurio.
Los desodorantes son productos que actúan contra el olor y la sudoración corporal. Habitualmente, y como seguramente ya sabréis, se aplican en las axilas. Pero ¿sabéis cómo funcionan?
El olor del sudor procede de la exposición que este tiene al oxígeno (cuanto menor sea la exposición, mayor el olor) y también de la acción de las bacterias que se encuentran en la piel, en este caso concreto, en las axilas.
Los microondas, como la mayoría de los electrodomésticos, son completamente reciclables. Y es importante hacerlo, porque pueden contener químicos u objetos dañinos para el medioambiente.
Las cajas de madera para frutas y hortalizas tienen un uso muy normalizado en nuestro día a día. Este tipo de envases sirven para mostrar los productos de una forma natural en los comercios, sirviendo de carta de presentación.
Los móviles y por tanto los materiales que los componen son reciclables. Por ello debemos depositarlos en el contenedor adecuado. Desde Ecoembes te contamos cuál es.
Reciclar botellas de agua es muy importante. Hoy en día, una enorme cantidad de ellas se consumen, por lo que es importante reintroducirlas en el sistema productivo.
Los muebles son aquellos elementos que están diseñados para facilitar el uso del espacio de cualquier vivienda. Armarios, aparadores, librerías, cabeceros, cómodas, mesas, mesillas, camas y un largo etcétera se consideran muebles.
Los mecheros están formados por una rueda, una piedra, un pulsador, una válvula y el depósito, donde encontramos gas en estado líquido. Pero... ¿sabes qué hacer cuando se nos gasta un mechero?
Las bombillas son esos objetos, que ayudados de la electricidad, iluminan nuestros hogares cuando desaparece la luz solar. En los últimos años las bombillas han evolucionado con el objetivo de alargar su vida útil y reducir, o al menos maximizar, el consumo eléctrico. Por ello, existen varios tipos de bombillas que precisamente se clasifican por su consumo energético, sus horas de vida útil o la cantidad de luz que dan.