¿Te has parado a pensar en la cantidad de bastoncillos para los oídos que utilizas a lo largo de un año? Seguro que la respuesta es una cuantía que te sorprenderá.
Para ser sostenible no basta con comprar bolsas reutilizables. La finalidad de estas es que se reutilicen tantas veces como puedas. Cuantas más veces se utilicen, menos bolsas de plástico necesitaremos.
Una pregunta muy común cuando se nos estropea un ordenador portátil es cómo puedo aprovechar alguna de sus partes. La batería, la placa base o las entradas USB pueden ser reutilizados pero ¿y la pantalla? ¿Se puede reutilizar?
Se conoce el consumo responsable como la idea que defiende que las personas debemos cambiar nuestros hábitos de consumo teniendo en cuenta nuestras necesidades reales y ajustándose a las del planeta.
Entre las diferentes posibilidades que existen están los tapetes de silicona, las rejillas de acero inoxidable, bandejas de cristal o el papel de horno reutilizable. Todas ellas son opciones mucho más respetuosas con el medioambiente que los materiales desechables, y, por lo tanto, generan menor impacto ambiental en el planeta.
A día de hoy existen alternativas de recipientes ecológicos que nos pueden ayudar a reducir la huella medioambiental que dejamos en nuestro planeta. Un envase sostenible es aquel que ha tenido en cuenta los principios de ecodiseño durante su fabricación
Actualmente existen alternativas sostenibles para transportar y conservar nuestros sandwiches y bocadillos. Los materiales de un solo uso como son el papel de aluminio y el papel film, hecho de plástico, son fácilmente reemplazables por productos menos dañinos para el planeta.